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El guacamayo rojo (Ara chloropterus) habitó las selvas del noreste de la Argentina hasta hace unos 170 años, cuando la especie se extinguió completamente en el país. La captura para el tráfico ilegal, la pérdida de bosques y el avance de la frontera agrícola fueron las principales causas de su desaparición.
El guacamayo rojo es un “regenerador de bosques” ya que ayuda a dispersar semillas de los frutos o bayas y de esa forma contribuye a restaurar ambientes naturales. Además se lo considera una especie “paraguas” porque protege otras especies menos vistosas, pero igualmente importantes en la conservación de los ambientes.
Su regreso implica la recuperación de una especie extinta en la Argentina y representa un atractivo turístico de primer orden por ser una de las aves más espectaculares de América.
Desde 2015, formamos parte del proyecto de reintroducción de “Guacamayo Rojo” liderado por la Fundación Rewilding. Todos los años, nos preparamos para la temporada de reproducción de los guacamayos rojos que habitan en Fundación Temaikèn. Si el clima acompaña, las aves realizan las primeras posturas de huevos en noviembre. Luego de 28 días de la puesta se produce la eclosión de polluelo. En este período, comienza un control de la alimentación y el crecimiento, se buscan indicios de buenos cuidados parentales (de lo contrario, se asisten artificialmente) y se establece una frecuencia de pesajes. Además, se marcan con anillos (y en algunos casos, con microchips) para identificar a los pichones y obtener información valiosa.
Cuando están preparados, los juveniles se trasladan hacia el Complejo Ecológico Aguará en la provincia de Corrientes, donde se consolidan los grupos de individuos y se hacen nuevamente todos los chequeos sanitarios necesarios.
Estado de conservación
A escala global el guacamayo rojo (Ara Chloroptera) está catalogado en la lista roja de UICN como una especie de “preocupación menor”, pero en la Argentina está categorizada formalmente como una especie extinta desde el 2017.
Antes de su liberación, pasan varias semanas en un aviario de aclimatación en la zona de Cambyretá (al sur de Ituzaingó y Villa Olivari), en el portal de acceso norte a los Esteros del Iberá. En el aviario, los animales aprenden a alimentarse de frutas nativas y a adquirir otras habilidades para su reinserción en la naturaleza (como por ejemplo, entrenamientos de vuelos). Además, se les coloca un pequeño transmisor de radio que permite el seguimiento de cada individuo cuando son liberados. De esta forma, pueden ser monitoreados por personal del proyecto para comprobar su adaptación al ambiente natural, su reproducción y supervivencia a largo plazo.
¡Ya son más de 20 los ejemplares que fueron reintroducidos!
Trabajamos, junto a otras organizaciones, para devolver al guacamayo rojo a su hábitat natural y revertir el rojo, es decir, la extinción. Forman parte de esta red Fundación Rewilding, científicos del CONICET, la Dirección de Recursos Naturales de Corrientes, la Dirección de Parques y Reservas, parques ecológicos, centros de custodia de vida silvestre y zoológicos de todo el país, varios grupos de voluntarios, entre otros.
VOS TAMBIÉN PODÉS AYUDARLOS!
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