Fauna y Flora

Viven en colonias de hasta 50 individuos, con  1 a 3 machos adultos (a los que se conoce como “vizcachón”), varias hembras y juveniles.

Su actividad comienza al atardecer cuando salen del refugio comunitario  subterráneo: la “vizcachera".

La forma y el tamaño de las vizcacheras depende de las características del terreno y de la antigüedad de la colonia. Cada vizcachera está formada por una serie de túneles o galerías conectadas entre sí (extensión de 700 m2) con varias salidas al exterior. Cerca de las entradas acumulan ramas, hojas, huesos y piedras, que los machos adultos marcan con orina y frotándolos con sus mejillas.

Acostumbran tomar baños de tierra y limpiarse el pelaje unas a otras. No toleran la presencia de individuos de otras colonias, a los que alejan mediante vocalizaciones y agresiones físicas(mordidas y patadas).

Tienen un amplio repertorio de vocalizaciones (sonidos de alarma, amenaza y marcado territorial).

La reproducción ocurre en otoño cuando las hembras entran en celo. Los machos suelen pelear para lograr la cópula que sucede en la vizcachera. El período de gestación es de 5 meses, la hembra da a luz por lo general 2 crías que se alimentan de la leche materna por 2-3 meses.

La madurez sexual llega entre los 8 y los 18 meses de edad. Las hembras permanecen en la misma colonia y los machos cuando aún son juveniles se dispersan y excavan sus propias madrigueras que darán origen a nuevas colonias.  

Es un roedor grande, de cuerpo robusto y redondeado. Presenta una cabeza  voluminosa, los ojos grandes y las orejas medianas. El hocico es corto, con vibrisas largas, duras y oscuras.

El pelaje es suave y corto con coloración variable:  gris o  pardusca, con un ligero jaspeado crema u ocre; más oscura en el dorso y más clara en los flancos. El vientre y la cara interna de las patas son blancuzcos. La cara presenta una ancha franja negra que comienza en el hocico, atraviesa las mejillas y separa una zona blanca inferior, que bordea la boca, de una banda blanca superior que atraviesa la cara hasta detrás de los ojos. 

El macho es de mayor tamaño, su cabeza es más robusta y la máscara facial más contrastada.

Su dieta es herbívora, consume todo tipo de vegetal cerca de su refugio y por el intenso pisoteo las zonas alrededor de la vizcachera quedan desnudas de vegetación. También con frecuencia ingiere sus propias heces.

Viven en colonias de hasta 50 individuos, con  1 a 3 machos adultos (a los que se conoce como “vizcachón”), varias hembras y juveniles.

Su actividad comienza al atardecer cuando salen del refugio comunitario  subterráneo: la “vizcachera". 

La forma y el tamaño de las vizcacheras depende de las características del terreno y de la antigüedad de la colonia. Cada vizcachera está formada por una serie de túneles o galerías conectadas entre sí (extensión de 700 m2) con varias salidas al exterior. Cerca de las entradas acumulan ramas, hojas, huesos y piedras, que los machos adultos marcan con orina y frotándolos con sus mejillas. 

Acostumbran tomar baños de tierra y limpiarse el pelaje unas a otras. No toleran la presencia de individuos de otras colonias, a los que alejan mediante vocalizaciones y agresiones físicas(mordidas y patadas). 

Tienen un amplio repertorio de vocalizaciones (sonidos de alarma, amenaza y marcado territorial). 

La reproducción ocurre en otoño cuando las hembras entran en celo. Los machos suelen pelear para lograr la cópula que sucede en la vizcachera. El período de gestación es de 5 meses, la hembra da a luz por lo general 2 crías que se alimentan de la leche materna por 2-3 meses. 

La madurez sexual llega entre los 8 y los 18 meses de edad. Las hembras permanecen en la misma colonia y los machos cuando aún son juveniles se dispersan y excavan sus propias madrigueras que darán origen a nuevas colonias.  

Especie abundante y sin problemas de conservación en la mayor parte de su distribución. Pero es intensamente cazada para obtener carne y  cuero, por lo que ha desaparecido en el N de Buenos Aire y S de Santa Fe y en algunas regiones del noroeste argentino se la considera potencialmente vulnerable. También ha desaparecido en algunos sectores de Córdoba, La Pampa y Buenos Aires afectados por las inundaciones.